LOS MEDIOS, LA ESTATUA Y EL FRANQUISMO

En el día de hoy todos los medios escritos y de televisión se han hecho eco de la noticia de la retirada de la estatua del dictador Franco; algunos lo han titulado así, muchos han hablado de bronca política en la retirada de la estatua, y varias columnas de opinión de periodiquillos de provincias como el Diario Sur de Málaga (no se merece mejor nombre) han considerado un error la retirada de la estatua que dicen formar parte de nuestra historia. ¡Ojala solo fuera parte de nuestra siniestra historia! Pero muchos de estos que se dicen periodistas, olvidan que no puede ser historia lo que pertenece a un pasado reciente, a un periodo político que se encargo de aniquilar la verdad por medio de asesinatos políticos, vejaciones, usurpaciones de bienes y violaciones reiteradas de derechos fundamentales; hasta que se reconozca la verdad, hasta que los miles de asesinados y desaparecidos no sean enterrados dignamente y recuperada su memoria, este periodo, así como la guerra civil, no podrá ser simplemente historia.
Como dice Isaias Lafuente en el prologo del libro Las fosas de Franco de Emilio Silva (fundador de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica) “¿Puede un país democrático permitir que miles de ciudadanos asesinados como animales por un régimen dictatorial permanezcan al borde de las cunetas? ¿Puede soportar que eso suceda mientras quien amparó y propicio la matanza descansa bajo el altar mayor de una basílica cristiana?” Y yo añado ¿puede soportar el país que sus calles, plazas y edificios, mantengas la imagen y símbolos de aquellos que violaron la democracia, y asesinaron a quien la defendía?. Las preguntas no son en absoluto retóricas para quien utiliza la razón, y los valores de la libertad. La respuesta es un rotundo NO.
No puede seguir siendo un hecho frases como las que cita Silva en el comienzo de su libro: “En este pueblo hay mas muertos fuera del cementerio que dentro”.
Así ocurre en numerosos pueblos de España, y mientras esto continué, Franco y su dictadura no podrán considerarse historia, muchos de los que sufrieron su represión tanto en la guerra con en los mas de 30 años de dictadura fascista continúan vivos y luchando por la recuperación de la memoria perdida de este país. No sirve el olvido, el falseamiento de llamarlo historia, para contradecir las acciones orientadas a la restitución.
En este país los medios todavía dan mayor cobertura a las concentraciones de falangistas, nostálgicos, y fascistas; que a la demanda pacifica y democrática de cualquier republicano. Acabemos con estas vergüenzas.
En Alemania, se utilizan programas de reeducacion, para estos jóvenes exaltados y de orientación antidemocrática; ¿cuando reconoceremos aquí, que la democracia no permite cualquier cosa, y mucho menos gritar, e increpar contra sus valores, exhibir banderas fascistas, e injuriar a altas cargos del estado democrático, desde la xenofobia y los valores totalitarios?