7.4.05

Comunicado Federacion Anarquista Italiana

He recibido este comunicado, y aunque en todo no estoy de acuerdo, no viene mal en estos momentos recordar algunas cosas.


Comisión de Correspondencia de la Federación Anarquista Italiana.

Ha muerto un hombre. Como anarquistas amamos la vida y no podemos sino
compadecernos. Especialmente por la inenarrable crueldad de una agonía
exhibida indecentemente al mundo por cuenta de la jerarquía eclesiástica.

En este día del deceso donde se ha visto a todos los políticos italianos -de
la derecha a la "izquierda" - inclinados frente al trono de Pedro, queremos
recordar quien era el hombre a la cabeza de una monarquía absoluta señalada
a través de los siglos por su barbarie. La iglesia que ha perpetrado y
bendecido la masacre de millones y millones de hombres y mujeres,
torturados, quemados, asesinados en nombre de la cruz no es sólo recuerdo de
un pasado nunca renegado, sino que encontró en Wojtila un digno epígono.
Karol Wojtila durante 27 años de papado se distinguió por sus iniciativas
reaccionarias.
Karol Wojtila ha sido responsable de la difusión del SIDA en África, donde
la publicidad y el incentivo al uso de preservativos pudieron haber salvado
de la enfermedad a millones de personas, entre ellos a muchísimos niños.
Karol Wojtila dio respaldo al dictador, torturador y asesino chileno Augusto
Pinochet, a quien estrechó la mano durante el viaje al martirizado país
sudamericano, en cuyas cárceles se atormentaba a miles de opositores
políticos. Ni una palabra para las víctimas pero si hubo la bendición para
el carnicero y su familia.
Karol Wojtila vistió el traje de oveja o el de lobo según los intereses de
la organización de cuyo Estado fue Soberano. La izquierda lo alaba por su
pacifismo en Irak, pero olvida que sostuvo y justificó la guerra que ha
ensangrentado la ex-Yugoslavia. Con la Croacia católica, contra musulmanes y
ortodoxos, el papa del "ecumenismo" religioso hizo santo a Stepinac, el
cardenal que junto a los fascistas de ese país se asoció con Hitler -
"enviado de Dios" - y bendijo las innumerables atrocidades perpetradas por
los "ustachas" croatas con la complicidad de las tropas de ocupación
italianas.
Karol Wojtila protegió y favoreció al cardenal Pio Laghi, nuncio apostólico
en Argentina durante la época de la dictadura que masacró a 30.000 personas.
Laghi bendijo y encubrió a los torturadores y asesinos.
Karol Wojtila estuvo al mando de una transnacional con intereses ramificados
en todo el mundo y dividendos elevadísimos en un planeta donde la mayoría de
la población sobrevive con menos de dos dólares al día.
Karol Wojtila, un "paladín de la vida" que mantuvo una actitud ambigua en
relación con la pena capital, fue el custodio de una cultura de opresión.
Una cultura deseosa de mortificar la existencia de las mujeres, condenadas a
parir a toda costa niños malformados o destinados a morir de hambre. Una
cultura que prefiere una vida de dolor a una de alegría y salud, una cultura
que criminaliza al gay, que transforma el deseo y el amor en culpa, que
defiende a quienes no han nacido y persigue a los vivos.
Karol Wojtila santificó a curas españoles que se levantaron en armas junto a
las tropas del católico-fascista Francisco Franco. Estos "santos mártires"
deseaban resucitar las pompas de la iglesia de Torquemada y de los
quemaderos, los "hornos colectivos" donde los herejes eran cocinados a
fuego lento.
Como los anarquistas y libertarios de 1936 que se batieron por la vida y la
libertad contra el fascismo y la opresión clerical, nosotros, anarquistas y
libertarios de hoy, aún con el respeto debido ante la muerte de un hombre,
no nos arrodillamos, no nos unimos al coro de tantos - que a la derecha y a
la izquierda - se inclinan frente al féretro del jefe de una de las
organizaciones más feroces, sanguinarias y liberticidas que la historia
recuerda. Nuestra lucha contra las religiones y las iglesias se nutre de
comprender que solo la emancipación de la locura religiosa y del clero que
la patrocina podrá abrir a hombres y mujeres una vida plena, alegre, vivida
en la libertad del respeto a la diversidad, en la solidaridad entre iguales.
Comisión de Correspondencia de la Federación Anarquista Italiana.